Econofísica: Cuando el mundo de la Física se acerca a entender los problemas de la Economía


¿Existe alguna conexión entre la física y la economía? ¿Qué aporta el mundo de la investigación científica a la sociedad?




A lo largo de estas líneas no pretendo responder de forma convincente a dichas preguntas, sin embargo me gustaría mostrar un ejemplo de cómo ciencia y sociedad no están tan alejadas como parece.

Para empezar os haré una confesión: nunca me ha entusiasmado la física, sin embargo cuando tuve que escoger carrera no se me ocurría nada mejor que hacer, así que me matriculé en la Facultad de Físicas de la UB. En mi segundo año de carrera tuve a un profesor que, entre otras cosas, se dedicaba a organizar conferencias y encuentros sobre ciencia, arte y sociedad. Un par de conversaciones con él consiguieron estimularme hasta el punto de reconciliarme con mi carrera. En una de mis visitas a su despacho me habló de algo llamado Econofísica.

Econofísica, como bien indica la palabra, debe relacionar de alguna forma la física y la economía, pero ¿es posible que exista dicha relación? ¿Qué es la econofísica?

Para introduciros a la respuesta, voy a hablaros de algo llamado sistema complejo. Un sistema complejo es aquel en el que el todo es más que la suma de las partes, lo cual imposibilita describirlo de forma que tengamos un total conocimiento de él y de sus procesos.

En un sistema complejo no pueden determinarse los fenómenos que en este tienen lugar según unas condiciones concretas: si hace viento y frio es seguro que llueva, si muchos coches circulan por una carretera estrecha habrá un atasco, si un gran número de personas no tiene dinero para pagar sus préstamos la bolsa baja, si las placas tectónicas se mueven mucho habrá un terremoto de gran escala… todas estas afirmaciones son falsas debido a que en un sistema complejo solo podemos hacer predicciones sobre lo que va a ocurrir, únicamente podemos afirmar lo que “puede” que ocurra dados unos factores. Por eso “los del tiempo siempre se equivocan”, cada vez que hay un terremoto parece pillarnos por sorpresa, al final siempre acabamos en un atasco sin saber porqué o nadie avisó del gran crack del 29 a los pobres americanos.

Cualquier fenómeno puede distinguirse en dos tipos: determinista (si A y B seguro que C) o no determinista (Si A y B tal vez C, pero tal vez D).

Uno de los factores que hace que una ley no sea determinista es el hecho de que los parámetros que influyen en el fenómeno que tratamos de describir son imposibles de señalar en su totalidad (¿quién es capaz de introducir el pánico social, la audacia o el modo en que afecta el anuncio de la enfermedad de Steve Jobs a las acciones de Apple, en una ecuación matemática?).

Como ya hemos introducido los sistemas bursátiles responden a la definición de sistema complejo. Esto explica por qué los brokers tienen tanto trabajo, por qué hay personas que pierden mucho dinero en bolsa cada día mientras otras ganan grandes sumas, o por qué en determinados momentos de la historia se han producido grandes cracks que han dejado sin habla hasta al más experto.

Dicho lo anterior podemos definir la econofísica como una disciplina que, haciendo uso de métodos matemáticos, propios del estudio de sistemas físicos (sistemas meteorológicos o sísmicos, por ejemplo), pretende establecer modelos que describan los sistemas bursátiles, de forma que contribuyan a nuestro conocimiento de la bolsa y nos permitan hacer predicciones. Conceptos como el de fractal o caos (a los que los físicos están habituados) resultan muy útiles al hablar de la bolsa.

El término fractal, por ejemplo, corresponde a una semi-geometría, capaz de describir objetos cuya estructura básica se repite a distintas escalas. La geometría fractal resulta sumamente útil para la descripción de los sistemas complejos y en particular de la bolsa; la imagen que presentan las acciones de una compañía tras unos meses cotizando en bolsa se ajusta bastante a un perfil fractal.


De hecho los econofísicos hablan de algo a lo que ellos llaman multifractales: estructuras capaces de generar perfiles muy semejantes a los de los grandes cracks bursátiles. Esta nueva quasí-geometría nos permitirá llegar a predecir la evolución de la bolsa, incluso cuando los cambios en esta sean bruscos (lejos de la estabilidad). ¿Imagináis un modelo capaz de predecir una gran crisis mundial a largo plazo? ¿Qué pasaría si una ecuación matemática nos dijera cuándo y con qué probabilidad puede producirse una caída en la bolsa española?

Suena algo sorprendente, y aunque pueda parecerlo, no nos encontramos ante ningún intento maquiavélico de los físicos para robarles el terreno a los economistas. Se trata más bien de una extensión lógica: el físico, acostumbrado a buscar modelos para fenómenos no deterministas, se para a pensar sobre la bolsa y cae en la cuenta de que puede tratarla como uno de los problemas a los que está habituado.

Desde mi punto de vista se trata de un paso más hacia el diálogo entre disciplinas o la interdisciplinariedad: aportar distintas visiones del problema contribuye a alcanzar un conocimiento global de este para así resolverlo de forma más efectiva. Es lo que comúnmente se conoce como “cuatro ojos ven más que dos”.

reencuentro

Después de un par de años me reencuentro con mi viejo blog de ciencia. La razón es que últimamente me dedico a escribir artículos de opinión sobre ciencia y sociedad, y me gustaría compartirlos con quien quiera que llegue hasta aquí.

En la época en que bauticé esta página yo no sabía mucho sobre el 2.0, simplemente me pareció un nombre sugerente, me gustaba la idea de la ciencia como lugar de interacción, a través de la comunicación científica. Una ciencia que no solo aporte conocimientos, sino que sea también lugar para la creatividad, la inspiración, la apertura del debate. Cada vez siento más firme el convencimiento de que solo desde el trabajo interdisciplinar puede alcanzarse el verdadero conocimiento, en este sentido creo en el 2.0 como portal del saber y lugar de encuentro. Por eso procuraré conectar cada una de estas entradas sobre temas científicos, con cuestiones sociales, económicas, culturales o de educación.

Nada más! Espero que disfrutéis de cada post tanto como yo disfruto escribiéndolos.